¿Por qué atender mis problemas auditivos?

¿Por qué atender mis problemas auditivos?

¿Por qué atender mis problemas auditivos?

¿Atender mis problemas auditivos aumentará el problema? ¿Qué pasa si no hago nada? ¿Ese zumbido seguirá? ¿Qué sucederá si no uso auxiliares auditivos? ¿Me quedaré más sordo?

Estas son algunas de las preguntas más comunes que los pacientes suelen hacerse o que nos plantean durante la consulta. La respuesta, por supuesto, no es sencilla y sería irresponsable asegurar en temas de salud, ya que puede ser muy variable. Sin embargo, lo que sí sabemos es que, como en cualquier problema de salud, intervenir y tratarlo a tiempo siempre será mejor que postergarlo.

En lo que respecta a los problemas auditivos, y más específicamente a la pérdida auditiva, dependiendo de la edad y de los factores que la originan, se pueden observar cambios – lamentablemente, casi siempre negativos – independientemente de que se trate o no. Pero ¡atención!, es muy diferente atenderse cuando el problema está comenzando, o cuando tu sistema auditivo solo necesita una "ayudita" para funcionar mejor, que cuando el problema ha estado presente durante años.

Cuanto más rápido actúes, más fácil será encontrar una solución que funcione para ti. Además, tendrás una mayor variedad de opciones, tanto a nivel de tecnología como de estilos, y necesitarás menos tiempo para obtener el máximo beneficio en la mayoría de los casos. Por el contrario, cuanto más tardes en atenderlo, las probabilidades de que el proceso de adaptación sea exitoso se irán reduciendo progresivamente. Incluso si se elige la mejor tecnología disponible, el tiempo para lograr el máximo beneficio será mayor, y necesitarás más citas para reajustes.

¿Por qué ocurre esto? Para no hacer la explicación larga y tediosa, una forma simple de entenderlo es que, cuanto más tardes en abordar el problema, más se aísla tu cerebro – con el que realmente escuchamos – de los estímulos sonoros: desde los ruidos más simples (viento, pasos, ventilador, llaves, platos, etc.) hasta lo más importante, como las voces. En consecuencia, le costará más tiempo readaptarse a estos estímulos, y comprender las voces será aún más difícil, especialmente en entornos complejos. Además, durante este tiempo, tu cerebro habrá iniciado un proceso degenerativo del que tal vez no haya marcha atrás (tenemos un artículo sobre este tema en nuestro blog, por si te interesa profundizar).

Sin embargo, cada caso es único: desde el tipo de problema, las causas, la gravedad, la forma de inicio, los antecedentes y muchos otros factores. Nuestra recomendación siempre será atender el problema cuanto antes y no arriesgarte a que avance hasta el punto de que el tratamiento sea costoso y menos favorable.

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