Sordera y demencia

Diariamente consultamos a personas de diferentes edades, pero ciertamente la mayor parte de nuestros pacientes son adultos mayores, quienes por producto de la edad presentan dificultades auditivas en mayor o menor medida, a veces muy evidentes y otras tantas solo se presentan en situaciones muy especificas, en cualquier caso el problema existe. Y cuando se les sugiere la utilización de una ayuda auditiva, como lo es un auxiliar auditivo, muchos hacen las siguientes preguntas:

“¿Y qué pasa si no uso nada?”, “¿Y eso va a seguir aumentando?”, “¿Qué más puede pasarme?”

Ciertamente nadie puede asegurar lo que esta por venir, pero múltiples investigaciones en los últimos años han demostrado la correlación que existe entre la sordera y el deterioro cognitivo, lo cual lleva a la aceleración de demencias como Alzheimer, Parkinson, por decir un ejemplo. En otras palabras, existe un riesgo alto de desarrollar deterioro cognitivo y demencias a consecuencia de la perdida auditiva, sobre todo si el paciente ya tiene predisposición a desarrollarlas.

¿Y por qué viene esto? Bueno, la respuesta no es tan fácil, pero básicamente es debido a la falta de información y estimulación que empieza a tener el cerebro producto de la sordera, el oído es una fuente de información importantísima y el dejar de tenerla hace que nuestro cerebro empiece a tener alteraciones en su funcionamiento.

Así que, si tu o un familiar presenta problemas auditivos, no lo vean como algo sin importancia y que no pone en riesgo la salud del paciente más allá de solo tener que gritarle, la situación puede tornarse mucho más compleja de lo que parece.